domingo, 7 de marzo de 2010

De terremotos, tsunamis y saqueos: Catástrofes inevitables y evitables

La madrugada del sábado 27 de febrero de 2010, el país durante 2 minutos y medio sintió como la fuerza de la naturaleza arrasó con todo a su paso, dejó a varias/os sin sus casas, con sus viviendas dañadas. Por suerte, varias/os tenían construcciones resistentes, que lograron soportar el terremoto de 8.8º que tuvo su epicentro en Cobquecura.
Minutos e inclusive horas más tarde, diversos sectores costeros sufrieron una nueva catástrofe, cuando el mar se adentró a las ciudades y se produjo un tsunami, que hasta ahora de acuerdo a las cifras oficiales sería el causante del mayor número de muertos y desaparecidos que dejó el cataclismo.
Sin duda, que esta situación era inevitable y que demostró tras 25 años de la tragedia de San Antonio, que Chile es un país sísmico. Luego de la catástrofe natural vino un nuevo caos, claro que esta vez de manos del ser humano.
Pudo apreciarse -desde la mañana del sábado- en su plenitud al "hombre masa" del que habla José Ortega y Gasset. Se vio al ser irracional, que se dejó manipular por la mayoría, por la "voz del pueblo". Así fue como cientos, porque no decirlo miles saquearon un cuanto hay. Desde supermercados, farmacias, servicentros, botillerías, tiendas comerciales, tiendas del retail e incluso hasta consultorios y compañías de bomberos con la absurda excusa de que no contaban con el abastecimiento necesario para subsistir y que requerían elementos de primera necesidad.
Este hecho dejó de manifiesto que seguir a la masa no es lo correcto. ¡Qué no era necesario robar! ¡Qué el individualismo propio del sistema de libre mercado quedó reflejado! ¡Qué la envidia hacia quiénes le ha ido mejor en la vida, se hizo sentir! ¡Qué el egoísmo de unos pocos tiene al país parado, sin abastecimiento!
Pero, por suerte los que no cometieron robos, los que tenían miedo se unieron y cuidaron sus casas de los saqueadores. Esta cara de la moneda mostró que al unirse era posible salir adelante y que el pensar en tu vecina/o era la solución. Posteriormente con la ayuda de las Fuerzas Armadas (Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, Ejército de Chile, Armada de Chile) junto a los Bomberos de Chile logró reestablecerse el orden y actualmente nos hallamos en Toque de Queda controlando a todo aquel pillo, que se quiera aprovechar de la desgracia de quienes ya han sufrido mucho.
Cuando un país se une, los chilenos se juntan pueden sobreponerse ante cualquier catástrofe. ¡VAMOS CHILE!

lunes, 21 de septiembre de 2009

¡No basta con producir!

Caminaba por las oscuras avenidas alumbradas con luces de neón y estridentes sonidos. La aparente diversión, el futuro de los ilusos que caían impávidos ante el menor destello de ver la luz y bajar a las profundidades una y otra vez. Pero, luego tras cada noche devenía el día, que no ofrecía nada. Nada, nada más que un montón de palabrerías apiladas por alguien que estuvó en su momento ocioso o por no menospreciar el valor de su trabajo, extremadamente ocupado de entender el mundo, sin vivirlo. ¿Acaso eso es vida? Efectivamente, si sos bueno en eso, te podrá traer provechosos dividendos. Pero hay que tener en cuenta que no llegamos a la realidad como ermitaños, apartados en montañas de tecnología que nos proponen una visión facilista de todo.
La vida desde la antiguedad ha sido en el mundo real, no en subrealidades alternativas. Y estos mismos sujetos que de día nadan en palabras, en la contracara van en búsqueda del mejor postón, que aparentemente les podría dar solución a sus vidas. Pero... ¡no, no es así!.
Pobres individuos que como hormigas del contexto ultralaboral recorren las carreteras del placer, mientras otros acuden al sueño en dónde arman sus vidas y entretejen toda una madeja de lo que harán o no con sus existencias. ¿Y que hay de las hormigas? Éstas no tienen nada más que hacer en su vida, que producir, producir. No conocen que es soñar, que es esperar algo de la vida. Aunque no todo está perdido, y cuando menos esperas vendrá un remezón al proceso hiperestructurado, para darle un motivo a la existencia, y adquirir la capacidad de soñar.

domingo, 30 de agosto de 2009

Mensaje de bienvenida

Escribir. Al qué le gusta hacerlo sufre por la escasez de tiempo, por la productividad extrema requerida actualmente en el mundo del trabajo y/o estudios, por la simple flojera propia del mundo post-moderno que caracteriza a la persona que prefiere andar vagando por los canales televisivos, viendo cualquier inmundicia que ofrezca la caja idiota o bien las variadas posibilidades que nos ofrece la internet para hacer cuestiones provechosas, sin embargo también muchas sin mayor realce para el desarrollo como seres integros.
Las palabras son una poderosa arma, que quien la sabe ocupar puede tener el mundo a sus pies. Mientras, quien no le da un uso conveniente cae lapidariamente como uno más dentro del montón de literatos trasnochados e hiperventilados que abundan en todo lugar de expresión.
No es mi intención darle una cátedra de lo que es escribir, ni menos decirle que se vea en la obligación de leer lo que escribo. Yo lo hago por gusto, no porque usted me lo pida, sino porque yo quiero. Y se puede decir que ésta es una especie de bienvenida a este nuevo espacio que hoy hago nacer. Pero, que mañana mismo si así lo estimo conveniente puedo hacer desaparecer.